miércoles, 6 de mayo de 2009

Sueños

Silencio.

...

Un sutil silencio se apoderó del lugar.

Recostada sobre su lecho, intentada viajar al mundo de los sueños, a su propio mundo de los sueños.

Dejó que el cansancio cerrase sus párpados mientras rogaba suplicante verle una vez, solo una vez más...

Una fría lágrima más caía sobre sus mejillas.

Los minutos seguían pasando y el insomnio luchaba una histórica batalla contra el poderoso sueño.
Tras una intensa hora, el sueño salió victorioso dándole su dulce recompensa a la joven dama.

Paso a paso, ella avanzó hasta llegar a la entrada de ese fantástico mundo que tanto amaba, y no dudo ni un segundo en comenzar a buscarle...
Estaba nerviosa y ansiosa por ese tan añorado encuentro.

Recorrió la playa, sintiendo su cálida arena en sus desnudos pies. Se sentó a esperarle pero los minutos seguían pasando, y el tiempo se estaba acabando...

El joven tardó en llegar, pero al fin apareció.

Ella sin saber por qué, sentía que le pertenecía... porque sus carnosos labios solo podían pronunciar su nombre, sus frágiles dedos solo podían perderse acariciando su mejilla y su joven corazón solo podía latir por él, por su dueño...

Él intentó rodearla con sus brazos, pero ella rompió a llorar.

-Es solo un sueño, ¿verdad? -se apartó intentando secar sus lágrimas- ¿por qué he despertar, si muero por estar con vos?

Él apartó su mano con suavidad para poder tranquilizarla y sus miradas enamoradas se cruzaron.
Rodeó su cintura y secó sus lágrimas con su mano mientras la sonreía.

-Es solo un sueño si decides que sea un sueño -la apretó contra su pecho mientras acariciaba su suave pelo- Tu decides pequeña...

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